Todos los días interactuamos con gente desconocida, a veces tenemos la suerte de que sean simpáticas otras veces no están ni cerca de serlo. Pero hay algunas que se dedican a determinados empleos que pareciera que cumplieran un patrón, que cuando a ellos les nace dedicarse a ese trabajo les entregaran un contrato de comportamiento y tuvieran que cumplirlo porque así han sido todos a lo largo de los años. Me refiero a mesoneros, taxistas, contratistas, plomeros, técnicos, enfermeras, fiscales de tránsito, mecánicos, cajeros, los que reciben la orden en los autoservicio y un larguísimo etc.
No creo que alguna persona no se haya quejado alguna vez de alguno de los antes nombrados. Trataré de ser lo mas apegado a la realidad posible, pero si en algún caso notan exageración, sepan que fue hecho con total intención.
Todo en la vida tiene extremos: salado o dulce, fuerte o débil, grande o pequeño y en el ejercicio de estos trabajos están las personas que los hacen con un amor y un placer exagerado y los que los hacen con las mínimas ganas posibles, y es bien sabido que los extremos son malos.
Empecemos por unos que tienen jugo eterno para exprimirles, si! (léanlo con voz tenebrosa) Los Taxistas:
¿Quién no se ha hecho pana de un taxista? ¿Quien no ha insultado alguna vez a un taxista?
Están los señores mayores que manejan a 1Km/h. Si, esos que provoca pedirles que te dejen manejar o preguntarle si necesitan ayuda 'pa empujar el carro. Si, aquellos que se interponen entre nosotros y la urgencia de llegar rápido a algún lugar, porque ellos debajo de todas esas toneladas de calma tienen un aparatico, así como un GPS, que les señala con puntos intermitentes los clientes mas apurados y desesperados de la ciudad y se presentan en el momento exacto para que uno los pare, y nosotros de ilusos pensamos que ya no vamos a llegar tarde al trabajo.
Están los señores mayores que manejan a 1Km/h. Si, esos que provoca pedirles que te dejen manejar o preguntarle si necesitan ayuda 'pa empujar el carro. Si, aquellos que se interponen entre nosotros y la urgencia de llegar rápido a algún lugar, porque ellos debajo de todas esas toneladas de calma tienen un aparatico, así como un GPS, que les señala con puntos intermitentes los clientes mas apurados y desesperados de la ciudad y se presentan en el momento exacto para que uno los pare, y nosotros de ilusos pensamos que ya no vamos a llegar tarde al trabajo.
Pero está el otro polo, aquellos señores que pareciera que despiertan a la esposa en la mañana nada mas para que los ayuden a amarrarse el pie al acelerador, sabes? Esos que manejan un QQ como si tuvieran un FERRARI. Esos que se meten por cualquier espacio mínimo y que provocan que uno se imagine pidiendo otro taxi porque el tipo chocó. Esos que hacen que te quedes afuera del local, del edificio o de la casa, esperando unos 15 minutos mas para que no digan que eres un "fiebrúo" por llegar tan temprano a la fiesta. Exacto! esos que te hacen sentir como en "Rápido y Furioso" pero en un Matiz y con una Michelle Rodriguez de unos 100 kilos y peluda. Uno debería de ser mejor persona y anotar sus números de teléfono y que se pongan en contacto entre ellos para que cuadren bien y cambien de clientes.
Ahora hagámonos la idea de que conseguimos a uno de esos pocos taxistas, esa especie en extinción que está en el medio de los extremos, pero espera, no te alegres mucho, ésto es como las cebollas, capa por capa, ahora nos encontramos con la personalidad del taxista no a través de su auto sino a través de él mismo. Aquí es cuando aparecen esos que normalmente son simpáticos, caen muy bien y te cuentan toda su vida, te hablan de esposas, de cachos, de hijos, de política, de tráfico, de gente famosa, de economía, te hablan de tantas cosas que uno comete el grave error de preguntar: Pero y ¿cómo llegó ud. a ser taxista?.................................... Mi pana, señora, señor si usted le pregunta eso a un taxista hablador: pecó. De ahí en adelante ud. sentirá que el carro va mas lento, que el tipo agarra el camino mas largo, con mas semáforos y empezará a hablar.....
Hay otros que no les gusta expresarse mucho, mas bien, ellos preguntan y el cliente habla, y hay mucha gente que creen que el taxista es un cantinero que les escucha todos sus problemas, pero la verdad es que este tipo de taxista no prestan mucha atención a lo que el cliente les dicen, es una manera de no viajar en silencio y es de aquí de donde salen los chismes del taxista hablador. De repente te pregunta y ¿por qué? ¿cómo pasó? ¿cómo te sentiste con eso?, yo personalmente creo que estos taxistas preguntones son psicólogos frustrados o desempleados.
Mientras tanto el taxista hablador va por la mitad del cuento de cómo llegó a ser taxista, el viaje de 20 minutos se convertirá, con suerte, en uno de 40 minutos.
Y de último pero no menos importante está la antítesis del Taxista Hablador, el que no habla absolutamente nada, el que quizás te dé un Buenos Días, Tardes ó Noches al montarte y/o al bajarte del carro. Lo que si escucharás fuerte y claro será el monto que tienes que pagarle. Uno a veces piensa y hasta sonríe al imaginarse a aquel pasajero que está mareado de los cuentos del taxista que no para de hablar y uno está aquí tranquilamente en silencio.......... tanto silencio........ demasiado silencio. Es cuando uno se pregunta para qué el señor le montó un sonido al carro si no lo usa. Empieza a picarte la mano por estirar el brazo y encender la radio para aunque sea escuchar estática o subirle el volumen al radio que los comunica con la central telefónica y ponerte a hablar por ahí con la centralista. Si, uno nunca está conforme.
Mira, ya el taxista hablador está llegando al destino, unos pocos metro mas y... Ah! Un semáforo en rojo. La eterna luz roja, pones tanto esfuerzo mental sobre la luz para que cambien que si es tan pana? Hasta chistoso es y pensándolo bien no la pasaste tan mal en el camino. Cuando pienses así es porque te diste por vencido. Y justamente cuando te empiezas a divertir, llegas al destino pero no sin antes pedirle una tarjetica al señor "pa' llamarlo otro día".
Aquí es cuando uno comienza a confundir a todos los taxistas con ese señor hablador y empiezas a contarle tu vida a todo el mundo y sigue el ciclo. El taxista hablador y preguntón están conectados, es un círculo. El taxista que no habla no está en ningún ciclo por eso es que es así.
En lo que si coinciden todos y absolutamente todos los taxistas es cuando usan la radio con sus códigos, que uno no deja de preguntarse cómo se aprenden eso, para fajarse a hablar con la centralista y sus otros compañeros: "ando con 36 para el 89 45 63 jajajajaja parece que tiene 21". Uno se siente como en un ascensor con un par de chinos, ellos lo ven a uno dicen algo en chino se ríen y te vuelven a mirar sonrientes. Una de mis metas en la vida es ir a China a descobrármelas una por una.
En fin, si has viajado en taxi alguna vez, sabes de lo que te hablo, si no lo has hecho.... no lo has hecho???? De qué mundo vienes???.
Los taxistas forman, por supuesto, parte de la sociedad, influyen en muchos aspectos, porque díganme uds. alguien que se le ocurra comprarse un Aveo blanco o un Siena blanco o un Cielo blanco sin tener intenciones de ponerlo a "taxear". Ven, no es mentira, afectan el comportamiento de la gente, si los perros marcan territorios ellos marcan modelos de carros.
Trataré este tema por capítulos, porque son tantas las personas que....
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Les envío una carga de Buena Vibra.